Historia
El movimiento barroco, cuyo auge tuvo en el siglo XVIII, aporta calidez y elegancia al hogar.
Características y elementos necesarios para conseguir un estilo barroco
La abundancia de detalles y formas es lo que ha caracterizado siempre al estilo barroco, así como una notable exageración en las curvas y exaltación por colores estridentes y llamativos, sobretodo el oro.
Actualmente, se han suavizado ligeramente dicha exageración, aunque sigue siendo un estilo de decoración muy marcado y característico.

Si este estilo va acorde a tus gustos y preferencias, te indicamos las claves para conseguirlo:
Colores: los colores purpura, dorado, rojo, negro o violeta, son los grandes protagonistas. Deben combinarse (sin perder su autoridad), con colores como el gris o el blanco, para que el ambiente no se vea demasiado recargado.
Muebles: en el que predominen las curvas, acentuadas sobretodo en las patas y reposabrazos. Los asientos deben ser con patas bajas.
Tapizados: el terciopelo o el tafetán son las estrellas del tapizado barroco. En los tejidos, puedes elegir motivos orientales o arabescos, así como florales.
Suelos: el parquet o moqueta son claves. Adorna con grandes y decoradas alfombras, ya que son un elemento clave.
Paredes: los papeles pintados consiguen acentuar este estilo. Debes tener un equilibrio entre no elegir papeles pintados de un solo color, así como no demasiado recargados. Un consejo: un color grisáceo con ligeros motivos geométricos o florales.